lunes, 21 de mayo de 2018
EL PRINCIPIO DEL FIN DE SENDERO LUMINOSO EN EL ALTO HUALLAGA
Por. Segundo Jara
Dos terroristas abatidos y otros dos capturados fue el saldo del enfrentamiento entre senderistas y efectivos de la Policía Nacional adscritos a la comisaría de Aucayacu en 20 de mayo del 2010; quienes alertados mediante una llamada telefónica de un supuesto asalto a la altura del caserío Río Frío, se apersonaron al lugar, encontrándose con una columna subversiva que sin mayores preocupaciones realizaba acciones de agitación y propaganda a los pobladores y con firmes intenciones de reclutar de jóvenes que apoyen su injustificada guerra.
Sin duda es un hecho que marca el principio del fin de sendero luminoso en el Alto Huallaga y seguramente en toda la región nororiental de nuestro país; con la muerte de los camaradas “Ruben” y “Walter”, números dos y tres respectivamente en la cadena de mando del desaparecido Comité Regional Huallaga del grupo terrorista. “Artemio” se vio debilitado:
A este, no le quedó más remedio que nombrar como el número dos a Mario Antonio Sifuentes Sandoval (a) “Sergio”, de quién se decía que fuera un topo infiltrado por el servicio de inteligencia y que finalmente, tales aseveraciones no tuvieron mayor fuerza. Este mando fue capturado por patrullas combinadas del ejército y la Policía Nacional, en diciembre del mismo año, tras una seguidilla de enfrentamientos armados en la zona de Pucayacu. Posteriormente toma la posta como número dos, Marcelino Gaspar (a) “Roberto”; que también es capturado, durante el operativo “Relámpago IV – 2011” ejecutado por un grupo especializado de la PNP.
Después de ello y durante todo el 2011, los remanentes, al mando del sanguinario terrorista “Artemio” no pudieron recuperarse, hasta que se produjo su captura en febrero del 2012, en Mishollo, comprensión del distrito de Pólvora, provincia de Tocache, Región San Martín.
Una comisaría estratégica para la lucha antisubversiva
Desde la comisaría aucayaquina se han emprendido las más destacadas acciones antisubversivas en la zona del Alto Huallaga. Sin duda para el cumplimiento de sus objetivos tuvo el apoyo firme y decidido del Ejército Peruano a través de la Compañía Especial de Comandos “Cap. Marco Jara Schenone N° 115”. Es destacable, el cerco que se tejió contra Héctor Aponte Sinarahua (a) “Clay” quien cayó abatido al enfrentarse a los policías, en febrero de 2006. Igual suerte corrió Epifanio Espíritu (a) “JL, en noviembre de 2007, terminando abatido al intentar enfrentarse con la ley, complementándose esta acción con la captura de ocho senderistas. Hay muchas importantes capturas que se producen entre 2006 y 2012 en la zona; todas ellas planificadas desde el seno del frente Policial Alto Huallaga, cuya sede se encontraba en la ciudad de Tingo María pero que a la postre se organizaban y ejecutaban con el apoyo de la comisaría de Aucayacu, cuyos efectivos tenían destacada participación en los mismos.
Hay que destacar que en mayo del 2010, jefaturaba la comisaría, el comandante PNP Angel Luis Granados Ríos, cuya gestión tenía el respaldo de la población. Su actuación, según manifiestan notables ciudadanos del lugar, por decir lo menos, fue eficiente. La orden para el personal, era lucha frontal contra la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción. La lucha antisubversiva se determinaba desde los órganos especializados. Lo anecdótico es –según nuestras fuentes- que aproximadamente a las 19.00 horas, del 20 de mayo, los efectivos recibieron una llamada telefónica que denunciaba un asalto cerca de río Frío. Nada hacía suponer que se trataría de una columna subversiva; de tal manera que Granados y su personal se dirigieron al lugar en mención. Pues se entendía que los atracos eran cometidos por pequeñas bandas de delincuentes comunes y no dieron parte a su comando por tratarse de una actividad de rutina.
Muchos medios de comunicación informaron sobre lo que pasó aquella noche y que debe dar pie a escribir crónicas o novelas para relevar la actuación de nuestra policía en su lucha contra el terrorismo. Lo cierto es que con los resultados obtenidos en aquel episodio, donde arriesgaron su integridad física, el Estado los reconoció solemnemente, ascendiéndolos a cada uno de ellos, al grado inmediato superior.
Un comandante que dejó huella
El comandante PNP Angel Luis Granados Ríos fue ascendido a Coronel y luego destacado a otra dependencia. Hoy se desempeña como jefe de la región policial Amazonas y según he podido conocer, en esta jurisdicción ha logrado reducir el índice de criminalidad, combatiendo tesoneramente y en conjunto con su personal, la delincuencia en todas sus formas. Este lunes 21 se realizará en Chachapoyas, un foro denominado “El terrorismo después de 37 años – una visión retrospectiva” con la intención de refrescar y mantener en la memoria los actos demenciales causados por sendero luminoso contra la población.
En Aucayacu y mucho menos en Tingo María o Huánuco –tengo entendido- no se realizó ninguna acción para recordar la fecha. Este 20 de mayo se debió tener presente y relevar el acto decidido y valiente de los policías aucayaquinos, porque marca un hito en la lucha antisubversiva y es el “principio del fin de sendero luminoso en el Alto Huallaga”. Las autoridades deberían ser protagonistas indispensables para generar la memoria histórica en esta parte del país.
Finalmente quiero reconocer a estos valientes policías que sin escatimar esfuerzos y superando el temor de perder sus vidas, se enfrentaron a los sediciosos. Supe que todos ellos fueron promovidos a otras dependencias y recibieron el reconocimiento y distinción de su comando.
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